CRÓNICA Nº3, SOBRE LA MARCHA VIRTUAL DE LA DESBANDÁ POR LA CARRETERA DE LA MUERTE DESDE MÁLAGA A ALMERÍA
La 3ª etapa de esta V Desbandá virtual transcurre desde el polideportivo de Nerja al de Almuñécar con una distancia de 24 Km. El año pasado, conforme estábamos saliendo de Nerja, un grupo de trabajador@s salieron a la puerta de su hotelito a saludarnos. Su representante sindical, David Franco, trabajador de ese hotel es ya miembro y animador de la Desbandá; la primera vez que hizo la marcha le pareció que nuestra causa merecía su apoyo, su sorpresa fue que en la participación en la Desbandá descubrió parte de su propia historia que desconocía; su bisabuela llegó hasta Almería huyendo desde la Línea, en la provincia de Cádiz. Estuvo primero refugiada en Málaga y consiguió llegar hasta Almería, allí conoció al que fue su futuro marido, un soldado republicano de Nerja al que el golpe de estado le sorprendió haciendo allí la mili en Almería. Después de la derrota de la República fue de las personas que decidió volver a su pueblo junto a su mujer y a un bebé que les nació en Almería y que se convertiría en el abuelo de David; volvieron andando como hicieron todos los pobres y derrotados de la República, pero no solos, con ellos venía la abuela de la mujer del bisabuelo de David, una mujer mayor e impedida que el hombre trajo a cuesta desde Almería a Málaga. Esa epopeya del bisabuelo de David, si se conocía por tradición familiar, pero nunca supo por qué fueron a Almería, ni porqué volvieron.
En el recorrido hemos caminado por toda la zona de los acantilados de Maro en Málaga y de Cerro Gordo en Granada, en algunos casos por los restos de la antigua carretera de la muerte, pero en otros, por senderos colgados de los acantilados donde hemos tenido que ir con mucho tiempo para evitar caídas. El paisaje que hemos contemplado ha sido grandioso, y no podemos por menos de recordar a las decenas de miles de personas que huyendo por allí hace 80 años vivieron un infierno, cuando el lugar es lo más parecido a un paraíso Sin embargo, en este espacio tan bello y tan espectacular se produjeron el mayor número de víctimas entre las personas que huían; tenemos localizado dos lugares que reivindicamos como sitio de memoria histórica, rememorando las víctimas producidas en la zona, el Puente Viejo, a la altura del acueducto de San Telmo y el paso del Rio de la Miel. El destructor Baleares del bando fascista, se situó frente a los acantilados y disparó todos los obuses de los que disponía a las paredes que había por encima de la carretera; las rocas se desprendían y mataban a la gente por aplastamiento. La justificación para explicar el asesinato de civiles que huían de la guerra, por ese sistema de aplastamiento, es que ellos tenían orden de cegar la carretera para evitar la entrada de tropas y avituallamiento desde la zona republicana de Granada y Almería. El Baleares sería hundido en el enfrentamiento naval de la flota republicana con la franquista, en la batalla de Cabo de Palos el 6 de marzo de 1938, parece que por disparos del republicano Lepanto, 786 marineros murieron o desaparecieron en su hundimiento y otros 435 fueron rescatados por dos destructores ingleses presentes en la zona; evidentemente no era lo mismo disparar a personas indefensas que enfrentarse a otro destructor republicano. Es importante saber, que, pese al desorden de la huida, las fuerzas republicanas no renunciaron a frenar el avance fascista. Algo más delante de los acantilados de Maro, está Cerro Gordo, otra zona de acantilados donde la División Octubre, intentó frenar el avance de las tropas fascistas italianas, pero esta fue rápidamente envuelta, por tropas que se desplegaron montaña arriba, y parte de la División cayó prisionera mientras otra escapó a través de las montañas volviendo a la zona republicana. También fracasó el intento de volar los puentes que unen la carretera de los acantilados; se consiguió poner la dinamita (había especialistas asturianos en ello) pero fallaron los detonadores. Eran los problemas de un ejército no profesional, compuesto de campesinos y obreros al que le faltaban todo tipo de medios para combatir.
El tramo de Nerja y Almuñécar supuso también para much@s refugiad@s el final de su huida. Las familias que avanzaban con más lentitud o que salieron más tarde de Málaga fueron ya interceptadas en el camino por las tropas italianas, que les impiden el paso y les obligan a volver a sus hogares asegurándoles siempre que no hay nada que temer si no tienen las manos manchadas de sangre. Algun@s consiguieron volver en autobuses que salín de Almuñécar hacia Málaga, otr@s l@s más, deberán desandar el trayecto a pie, como habían venido.
Hay testimonios de la masacre que están recogidos en el libro “Carretera Málaga-Almería” de Jesús Majada y Fernando Bueno; una de ellas referida al martes 9 de febrero, cuando mucha gente salió de Nerja lo cuenta así: “La carretera es estrecha, con el borde del mar a su derecha y las montañas escarpadas a su izquierda, cuentan que con los cruceros tan cerca en la costa “…que cuando le acertaban a un burro o a un autobús, podíamos ver sus caras y como saltaban en cubierta celebrándolo; “…aquellos barcos enormes de Franco no cesaban de dispararnos con sus cañones. Veíamos a los marineros perfectamente moverse por cubierta y como los cañones nos apuntaban ante de disparar…” “…había gente aplastada por las rocas que caían cuando los barcos disparaban hacia los acantilados. Vi muchos niños muertos en las cunetas…El conductor que nos llevaba a Almería paraba frecuentemente para apartar los cadáveres de la carretera…Había trozos de personas por todos lados. “…Ese día también, dos aviones bombardearon la Herradura (pueblecito entre Nerja y Almuñecar) cientos de mujeres y niñ@s se escondían entre los pencales.”
A esa altura de la marcha, y con la esperanza de llegar a Motril, ya nadie llevaba ningún tipo de equipaje solo lo puesto, pero se acumulaba otro peso enorme: cansancio, hambre, sed, llagas en los pies, frio, y sobre todo el miedo y la angustia. El tercer día de la huida de la carreta de Almería fue el tercer día de muerte y de terror para decenas de miles de personas, la mayoría mujeres, ancianos y niñ@s, cuando las potencias y las fuerzas fascistas ensayaron el asesinato masivo de la población civil como método de guerra.
En la llegada a Almuñécar siempre hemos tenido actividades culturales muy interesantes, una de ellas fue la presentación de una colección de cuadros de Ramón Urtasun, un compañero navarro que se ha sumado al menos en dos ocasiones a la marcha de la Desbandá. Son 36 pinturas que reflejan la represión del franquismo, contado desde Navarra, donde desde el primer día del golpe de estado, fue uno de los epicentros de propagación del fascismo, en este caso bajo la forma del Requetés, que era la unión de las distintas corrientes monárquicas con el apoyo de lo más negro y reaccionario de la iglesia católica; considera Urtasun, que el golpe tuvo dos epicentros claves, uno fue el ejército de África, pero el otro sin duda fue el requetés de Navarra, que además de ser un factor clave en la batalla del norte, hizo también un feroz y sangrienta represión fusilando a más del 5% de la población de Pamplona, un lugar donde a los “rojos” no se les podía reprochar ningún tipo de acción violenta durante el periodo republicano. Las fuerzas reaccionarias de Navarra mataron a la gente de izquierda simplemente por serlo.
Otra actividad memorable que recordamos fue la del concierto del cantaor Paco Moyano. El, fue detenido varias veces en el franquismo, su padre hizo “la Desbandá” de niño y su abuelo, carabinero republicano, fue fusilado. Cantaor ya retirado, pero de una voz excepcional y un conocimiento profundo de los palos del flamenco, canta canciones en defensa de la República y versiones de Miguel Hernández y de García Lorca. Si este cantaor es poco conocido se debe al silencio con el que se rodea en este país a los artistas comprometidos con el antifascismo y el anticapitalismo. Una de las primeras canciones que cantó, un poema de Miguel Hernández, la considero como de las más bellas que conozco contra la guerra:
Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.
Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.
Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.
Mañana, salimos a las 8:00 para Motril con escala en Salobreña con mucha actividad cultural y política.
La Desbandá
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