CRÓNICA Nº5, MARCHA VIRTUAL DE LA DESBANDÁ 2021
En esta etapa, desde Motril a Castell de Ferro, el primer hito de Memoria Histórica que encontramos es el Fuerte de Carchuna, una fortaleza defensiva de tiempo de Carlos III, es un sitio importante de la Memoria Histórica, no por lo que significó en la Desbandá sino porque, reconvertido en prisión militar, fue escenario de una de las acciones más espectaculares del ejército republicano en mayo de 1.938, se trató de la gesta heroica de un comando republicano que organizó la fuga de más de 300 prisioneros asturianos; Una vez estuvo estabilizado el frente entre Calahonda y Castell de Ferro, en Mayo de 1938, 4 sargentos republicanos, asturianos, llegaron a la zona republicana informando que se habían fugado del Fuerte de Carchuna. El contingente de prisioneros estaba allí trasladado expresamente desde Asturias para hacer trabajos forzados (construcción de aeródromo y carreteras en la sierra); fue una suerte que uno de los mandos republicano del cuartel de Castell era también asturiano y dio fe de lo que decían los 4 sargentos huidos. Entonces, y atendiendo a la propuesta de ellos, se organizó un comando de unas 30 soldados, al mando del teniente Aalto. Bill Aalto e Irvin Goff que también participó en la operación, eran comunistas, de las brigadas internacionales, alistados en la Lincoln. El comando cruzó de noche por mar las líneas del frente, asaltaron el Fuerte, liberaron a los prisioneros y lograron cruzar las trincheras fascistas desde atrás; en la operación solo perdieron la vida dos hombres y una de ellos fue por accidente con su propia granada de mano. El hecho, por méritos propios digno de una gran producción de Hollywood, es completamente desconocido a pesar del impacto que tuvo en su día, el 23 de mayo de 1.938. Aalto, un héroe antifascista, pero homosexual, no pudo tener un papel activo en la 2ª guerra mundial, primero discriminado dentro del ejército norteamericano y posteriormente expulsado del Partido Comunista de EEUU por “conducta inmoral”, fue una víctima de los prejuicios sociales y la homofobia dominante. En la puerta del fuerte hay una placa conmemorativa del hecho, pero habitualmente tenemos que reponerla cada año, ya que no suelen durar mucho antes de que los fascistas la destrocen. En uno de esos actos intervino Antonio García Ordoñez, que formó parte de la huida de la Desbandá con 10 años, pero que, cuando volvió a su pueblo del Salar, empezó a colaborar como correo de la guerrilla y acabó enrolado, con 15 años, en el 7º Batallón Guerrillero de Granada.
Después de Carchuna, la marcha ha llegado a Calahonda, y desde allí hemos subido a las estribaciones de la sierra, donde se puede ver restos de las trincheras fascistas y poco después las de los republicanos, ya que el frente se estableció en esa línea prácticamente durante toda la guerra. Mussolini había prometido que tomaría Málaga y Almería en una semana; llegaron a tomar Castell de Ferro, (prácticamente otro pueblo vacío que se sumó a la Desbandá) pero de allí no pasaron; la gente de Castell había huido hacia Almería también y cuando retomaron el pueblo vieron que todas las casas habían sido saqueadas, todas menos una que pertenecía a un capitán de la guardia civil de la zona, así que esa fue precisamente la que ocupó el mando republicano. La XIII Brigada Internacional con los batallones Tchapaiev y Henri Viullemin, frenaron la ofensiva fascista italiana y los hicieron retroceder nuevamente hasta Motril. De hecho, podrían haber tomado Motril si no hubieran sido requeridos para frenar el avance fascista en las cumbres de Sierra Nevada que amenazaba con envolver Almería bajando por la Sierra; también allí se establecería un frente permanente con los fascistas controlando el pico del Veleta y los republicanos el Mulhacen. Mussolini, que se había jactado ante el mundo sobre como su ejército había tomado Málaga, sufrió una estrepitosa derrota, un mes después en la batalla de Guadalajara, (8-23 de marzo) cuando se enfrentó a un ejército de la república más organizado y mejor armado.
El trayecto desde Calahonda hasta Castell es bastante duro, ya que se superan fuerte desniveles al subir a la sierra desde la costa, el año pasado volvieron a sumarse a la Desbandá un grupo de compañer@s procedentes de Xátiva, Alicante. Uno de ellos es Miguel, que vino con su bandera andaluza, ya que es granadino de nacimiento, su familia como tantas de Andalucía tuvo que emigrar huyendo de la miseria, primero a Madrid, luego a Europa y finalmente regresó a vivir a Alicante; pero, a pesar de llevar muchos años afincado allí, siente un gran amor por su tierra de nacimiento y va en la marcha portando su bandera andaluza; Miguel es de los que cuando la subida era más dura había que frenarlo porque dejaba al grupo atrás, cosa que no sería reseñable, si Miguel no hubiera tenido en ese momento 82 años y una fuerza y agilidad que ya quisiéramos much@s.
Después de hacer esta etapa, concluyó la marcha, por motivos de trabajo, María José, una psicóloga, malagueña del Rincón de la Victoria. Como ella, la gente que está trabajando, gastan días de sus vacaciones para poder estar unos días y en algunos casos toda la marcha completa; ella empezó a participar en la marcha, en memoria y reconocimiento a su abuela, que participó en la Desbandá con 16 años, pero apenas sabía nada de lo ocurrido, ni de la magnitud que tuvo. Los datos que hasta ahora ha recabado es que sus bisabuelos huyeron con 8 hij@s, siendo el menor un bebé. Como decenas de miles de personas quedaron detenidos ante el rio Guadalfeo, a las puertas de Motril. Se volvieron para Málaga la bisabuela y los niñ@s, pero su bisabuelo, que estaba comprometido políticamente como socialista siguió hasta Almería. Consiguió sobrevivir a la derrota, como marino en un pesquero, lo que además le permitió durante años visitar a su familia, aunque siempre clandestinamente y en visitas nocturnas. Solo se decidió volver a Málaga y vivir una vida normal a la muerte de Franco.
La llegada a Castell siempre es gratificante, ya que allí reciben a la Desbandá con mucho cariño. De hecho, una de las visitas obligada en la plaza de Castell es el árbol que plantamos, como una actividad de la Desbandá, una Paulownia, de origen chino, de hoja perenne que se adorna de bellísimas flores moradas, su madera tiene múltiples usos industriales, resistente al fuego y considerado como un arma contra el cambio climático ya que absorbe diez veces más dióxido de carbono que el árbol medio de los bosques españoles
En el salón de actos del Ayuntamiento vimos por primera vez el documental “Hasta pronto, hermanos. Las brigadas internacionales en la Desbandá” que se proyectó el pasado domingo 7 de febrero en la página de Facebook de la Desbandá. En aquella ocasión tuvimos la gran emoción de oír a una mujer de 97 años, que cogiendo el micro y de pie, ayudada por su sobrina, y con voz llorosa pero clara, contó su experiencia en la Desbandá de 1937: “Soy una superviviente de la Desbandá, yo tenía 15 años, salimos de noche de mi casa a la que no volvimos jamás; vivíamos en Motril, pero mi padre decidió subir a la sierra y huir por Gualchos, ya que la salida por la carretera de la Costa parecía imposible, todo era un caos, una multitud donde la gente lloraba, gritaba llamando a sus familiares, la gente muriéndose en las cunetas…fue una canallada de criminales matando a la gente como si fueran chinches. Vivimos en Almería 1 año y aquello era insoportable por los continuos bombardeos. Luego fueron a vivir a Murcia y finalmente a Baza. Lo perdieron todo porque eran republicanos y le robaron su casa. Eran una gente sin piedad, nunca los perdonará ni nunca los olvidará por el daño que hicieron, hasta el día en que se muera.
Cuando se estrenó el documental, donde aparecía Tina Modotti, fotógrafa italiana, Brigadista Internacional y militante comunista, que tanto se destacó en su actividad en Socorro Rojo, ayudando a las víctimas de la guerra, ella citó a una niña, Valeria, a la que rescataron de la carretera. Del documental se hicieron eco los diarios digitales, Público y Diario.es y a partir de ahí Valeria, la niña citada en el documental se puso en contacto telefónico con la Asociación 14 de abril, mentores del Documental para agradecerles que hubieran rescatado su historia. Esta historia es la siguiente: “Una chiquilla de once años que respondía al nombre de Valeria García Vargas, procedente de Vélez Málaga, estaba al cargo en la carretera de sus tres hermanos menores, y de un bebé de pecho que sostenía en sus brazos. Su madre había sido acribillada por una ráfaga en Castell de Ferro y su padre desesperado se había colgado de una rama de un olivo. El Socorro Rojo la había recogido a Valeria y a sus hermanos a la entrada de Almería en medio de una cuneta donde se habían echado para morir”.
Mañana será nuestro 6º día de marcha desde Castell de Ferro a la Rábita.
La Desbandá
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